martes, 31 de mayo de 2022

[AYUDA A LECTORES] ¿Qué es un héroe?

Lo primero que me viene a la mente cuando me hago esta pregunta es Soldados de Salamina, una novela de Javier Cercas que pretende ser un relato real. Se basa en un episodio de la Guerra Civil. Los soldados del último asentamiento republicano en el Collel reciben la orden de fusilar a todos sus presos nacionales y huir a Francia. Entre estos presos se encuentra Sánchez Mazas, uno de los ideólogos de falange y amigo personal de Jose Antonio. Durante el fusilamiento, consigue escapar y los soldados republicanos lo persiguen por el monte, hasta que uno de ellos lo encuentra.

La escena es impactante: ambos se miran a los ojos, reina el silencio... y, entonces, se oye un grito: “¿Está por ahí?”. El miliciano se lo queda mirando unos segundos y al final, sin apartar la vista, responde: “¡Por aquí no hay nadie!”.

A partir de ahí, Cercas cuenta las peripecias de Sánchez Mazas para sobrevivir hasta que se reúne con los suyos y, con ello, da fin a la primera versión de su relato. Pero la obra le queda coja, le falta algo.
—¡Hay que joderse con los escritores! —Se rió abiertamente—. Así que lo que andaba buscando era un héroe. Y ese héroe soy yo, ¿no?
Y una conversación con Roberto Bolaño le da la clave:
—Ahora me acuerdo de otra historia. Ocurrió en Madrid hace tiempo, yo la leí en la prensa. Un muchacho andaba por una calle del cen­tro y de pronto vio una casa envuelta en llamas. Sin encomendarse a nadie entró en la casa y sacó en brazos a una mujer. Volvió a entrar y esta vez sacó a un hombre. Luego entró otra vez y sacó a otra mujer. A esas alturas del incendio ya ni siquiera los bomberos se atrevían a entrar en la casa, era un suicidio; pero el muchacho debía de saber que todavía quedaba alguien adentro, porque entró de nuevo. Y, claro, ya no volvió a salir —Bolaño se detuvo, con el dedo índice se subió las gafas hasta que la montura rozó las cejas—. Brutal, ¿no? Bueno, pues yo no estoy seguro de que ese muchacho actuase movido por la compasión, o por vete a saber qué buen sentimiento; yo creo que actuaba por una especie de instinto, un instin­to ciego que lo superaba, que podía más que él, que obra­ba por él. Lo más probable es que ese muchacho fuera una persona decente, no digo que no; pero puede no haberlo sido. Chucha, Javier, ni falta que le hacía: el cabrón era un héroe.
El relato de Cercas no está terminado porque necesita un héroe y lo tiene. Su héroe no es otro que el soldado republicano que deja huir a Sánchez Mazas. 
El héroe no es el que mata, sino el que no mata o se deja matar.
A pesar de sus progresos, su búsqueda del soldado de Líster resulta infructuosa. Por lo que se ve obligado a inventarse el encuentro que tiene lugar entre ambos y que cierra la novela. 

Pero entonces...

¿Qué significa ser un héroe?


La RAE define héroe como una "persona ilustre o famosa por sus hazañas o virtudes". Normalmente, consideramos héroe a la persona que realiza actos extraordinarios que repercuten en beneficios para los demás, como alguien que salva la vida a otra persona. En la literatura y en el cine, el héroe es el personaje principal de la historia. 

En la Antigüedad clásica, el héroe se veía como un ser excepcional, superior al resto de los mortales. Para Aristóteles, el héroe es, esencialmente, un héroe trágico. "No hay héroes vivos, joven. Todos están muertos". Se enfrenta a un poder superior: su destino; y cree (pobre) que puede vencer. Pero pierde, siempre pierde. De ahí la ironía trágica que hace que encuentre su destino en el camino que toma para evitarlo.

El prototipo de héroe trágico de la Antigüedad es Edipo, muy conocido en la actualidad gracias a las teorías psicoanalíticas de Freud; aunque el llamado síndrome de Edipo tergiversa la historia trágica del héroe.

El oráculo predice al padre de Edipo que va a ser asesinado por su hijo, que después se casará con su esposa, así que manda a un sirviente que lo sacrifique. Pero el sirviente, compadecido del bebé, lo entrega a otra familia. Cuando Edipo se convierte en hombre acude al oráculo para saber qué le depara la Fortuna y, entonces, descubre que su destino es matar a su padre y casarse con su madre. Horrorizado, decide enfrentarse a este destino huyendo de su casa y jura no volver hasta que su padre haya muerto por causas naturales. En el camino discute con un hombre, se pelean y Edipo termina matándolo. Este hombre resulta ser el padre biológico de Edipo. El destino ha comenzado a cumplirse, pero Edipo todavía no lo sabe. Mientras continúa su viaje, oye que Tebas está siendo aterrorizada por una esfinge y que al héroe que consiga derrotarla se le premiara con el matrimonio con la reina viuda y su coronación como rey de la ciudad. Así que Edipo decide probar suerte y lo consigue. Años más tarde, cuando Edipo ya ha formado una familia con su propia madre, todos descubren la verdad. Ella se suicida y Edipo se arranca los ojos y se autoexilia de su propia ciudad.

El héroe clásico pervive hoy en día en el cine y la literatura. Hay muchas historias que tienen como protagonista a un personaje moralmente bueno, que parece no equivocarse nunca, un ser humano excepcional que emprende una misión para salvar una ciudad, un país, el mundo... El típico héroe de las películas de acción o los thrillers apocalípticos.
Alguien que se cree un héroe y acierta. O alguien que tiene el coraje y el instinto de la virtud, y por eso no se equivoca nunca, o por lo menos no se equivoca en el único momento en que importa no equivocarse, y por lo tanto no puede no ser un héroe. 
Otro tipo de héroe que es, si cabe, más excepcional, es el héroe de la mitología, que no solo es superior a los hombres sino a la propia naturaleza, gracias a su condición de semidios. Hércules, Aquiles, Perseo... Hijos de dioses y humanos que demuestran su valía con grandes hazañas y cualidades sobrenaturales, rescatan ciudades y acaban con la vida de los monstruos. 

Estos héroes mitológicos perviven hoy en día en la figura del superhéroe. Seres humanos (o extraterrestres, como Superman) bendecidos con habilidades extraordinarias que usan para el bien, porque "un gran poder conlleva una gran responsabilidad".

Con la llegada del Romanticismo, el concepto de héroe cambia y nos encontramos con personajes como Sherlock Holmes, Robin Hood o el Tenorio. Ya no es un ser superior que lucha contra un destino nefasto creyendo que puede vencerlo. No. El héroe romántico es consciente de sus limitaciones, sabe que perderá, pero aún así decide luchar.
No hay ni va a haber nunca ninguna calle miserable de ningún pueblo miserable de ninguna mierda de país que vaya a llevar nunca el nombre de ninguno de ellos.
El héroe romántico no es un ser excepcional, sino un ser defectuoso, con instintos destructivos contra los que debe luchar. Un ser maldito, cuya única salvación es la muerte; ya que es el único medio para abandonar el sufrimiento.
En la paz no hay héroes, salvo quizás aquel indio bajito que siempre andaba por ahí medio en pelotas… Y ni siquiera él era un héroe, o sólo lo fue cuando lo mataron. Los héroes sólo son héroes cuando se mueren o los matan. Y los héroes de verdad nacen en la guerra y mueren en la guerra. No hay héroes vivos, joven. Todos están muertos. Muertos, muertos, muertos.
Así, una muerte heroica es el fin que perseguirán todos los héroes.
Le enseñaron a no retirarse jamás, a no rendirse jamás, a que morir en el campo de batalla al servicio de Esparta era la mayor gloria que podía alcanzar en vida.
Pero, a veces, la única forma de hallar la muerte es mediante el suicidio y de ahí la tragedia, pues el suicidio supone la condenación eterna del héroe y la privación del descanso a su sufrimiento.
Olí a medicinas y a años de encierro y de verdura hervida y sobre todo a viejo, y supe que ése era el olor desdichado de los héroes.
Un ejemplo de héroe romántico es Rick Grimes, protagonista de The walking dead. Su destino es convertirse en un zombie, pero decide enfrentarse a él, a pesar de que sabe que perderá, que su transformación en muerto viviente es inevitable, pues toda la humanidad está infectada con el supuesto virus. Aún así, decide luchar, pero no solo debe luchar contra su destino, sino contra sí mismo, contra su capacidad de destrucción, contra su rabia... Y, como buen héroe romántico, la muerte le ha sido negada, pues no supondrá el fin de su sufrimiento, sino su transformación en un monstruo.

Cuando el héroe romántico se lleva al extremo surge el héroe gótico. ¿Y su prototipo? El vampiro. El vampiro es el héroe gótico por antonomasia, ha heredado las cualidades sobrenaturales de los héroes mitológicos, pero sus instintos destructivos (o más bien, depredadores) se llevan al extremo. El vampiro, como buen héroe romántico, no solo debe luchar contra su destino, sino contra su propia necesidad de saciar su sed de sangre.
El ansia es... No puedo controlarla. No quiero. Tú me has hecho así.
Su tragedia radica en su incapacidad para morir. El vampiro, como no-muerto, no podrá poner fin a su sufrimiento, está condenado a vagar por la tierra, eternamente maldito. El héroe gótico es, pues, un antihéroe, un monstruo, siempre es un monstruo.

En la serie Héroes, Gabriel Gray, alias Sylar, desarrolla una habilidad que le permite robar los poderes de los demás examinando el funcionamiento de su cerebro, pero este don conlleva un ansia, un hambre casi vampírica de poderes, que lo llevará a ser considerado el villano en un primer momento. Sin embargo, a medida que avanza la trama, Sylar aprenderá a luchar contra sí mismo, contra sus instintos depredadores y se convertirá en el auténtico héroe de la serie, curiosamente tras adquirir el poder que le impide morir.
Al final tú eres el malo, yo soy el héroe.
Resulta difícil llegar a una conclusión acerca de qué es un héroe, sobre todo cuando hay tantos tipos de héroes o cuando el ser humano es tan complejo que no se comporta siempre igual.
—No lo sé. John Le Carré dice que hay que tener temple de héroe para ser una persona decente.
—Sí, pero una persona decente no es lo mismo que un héroe —replicó en el acto Bolaño—. Personas decentes hay muchas: son las que saben decir no a tiempo; héroes, en cambio, hay muy pocos. En realidad, yo creo que en el comportamiento de un héroe hay casi siempre algo ciego, irracional, instintivo, algo que está en su naturaleza y a lo que no puede escapar. Además, se puede ser una persona decente durante toda una vida, pero no se puede ser sublime sin interrupción, y por eso el héroe sólo lo es excepcionalmente, en un momento o, a lo sumo, en una temporada de locura o inspiración.
Al final, solo me viene a la mente una frase de Javier Cercas en Soldados de Salamina: "Yo no sé muy bien lo que es un héroe, pero sé que una vez conocí a uno". Frase que anticipa lo que pasaría doce años después de la publicación de su novela, cuando el hijo de ese soldado republicano, el héroe de Cercas, descubre su libro y se pone en contacto con él para hablarle de su padre.

*Las citas pertenecen a la novela Soldados de Salamina de Javier Cercas, a las películas Spiderman y 300 y a la serie Héroes.

Ahora bien, ¿qué es para ti un héroe?

6 comentarios:

  1. Buena elección el incluir la historia de Edipo.En todas sus formas al paso del tiempo, la constante del héroe es que es alguien que termina siendo apaleado por el destino, tratado como una marioneta por el caos mismo, y si quiere seguir ese camino debe estar dispuesto al autosacrificio.

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  2. Fantástica entrada *-*
    Sin duda, la figura del héroe es muy complicada y es que puede ser tan distinto dependiendo del concepto que se que le quiera dar. Incluso lo que para muchos en un héroe para otros no lo es de igual forma que el concepto de héroe antiguo no es el mismo que el que tenemos ahora. ¡Maravilloso!
    ¡Nos leemos!

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  3. Hola !!!! Wow no esperaba esto pero me gusto bastante, es verdad el héroe es algo sumamente complejo y creo que lo abordaste estupendamente...y me enamore totalmente de las frases.
    Nos leemos!!
    Nev💖

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  4. Hola :)
    Me acabo de quedar perpleja, me ha encantado.
    Creo que no me esperaba eso con el titulo, sin duda me lo anoto ^^
    Un beso infinito ^^
    Nos leemos ♥

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  5. ¡Hola!
    Qué entrada más interesante, y me acabas de recordar que nunca terminé de ver Héroes, con lo que me gustaba. Y con lo que me gustaba el personaje de Sylar...
    Para mí un héroe es alguien que hace algo heróico, sea salvar el mundo, a una persona, o ayudar a un ciego a cruzar la calle. Cualquier cosa, por simple que sea, ya puede convertir a alguien en héroe.
    Si hablamos de ficción, me gustan los atormentados, los imperfectos, los que no siempre hacen todo bien, pero se les recuerda por ello. Incluso los que empiezan siendo villanos y luego cambian. Estos sobre todo.
    Besotes

    ♥ Amor y Palabras ♥

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  6. ¡Hola!
    Me parece que es una idea muy interesante la que nos desarrollas de héroe. Creo que está muy bien explicado y me han entrado ganas de plantearme yo también el concepto. Muchas gracias por la reflexión.
    Un besote!! ^,^!!
    ELEB 💜

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