Vamos a terminar con las entradas dedicadas al tiempo hablando de la frecuencia en la narración. Te recuerdo que puedes consultar los otros aspectos relacionados con el tiempo en los siguientes post:
- Introducción al tiempo narrativo
- El ritmo
- El orden de la narración
Pero, ¿qué es la frecuencia narrativa?
Pues se trata, simplemente, de la relación entre los sucesos de la historia y el número de veces que son contados. Sin embargo, es un aspecto muy importante a tener en cuenta y que puede darte mucho juego según lo que quieras transmitir en tu historia.
- Singulativo: Lo que sucede una vez, lo cuentas una vez. Es el que más se suele usar.Veamos un ejemplo: Un señor muy viejo con unas alas enormes de Gabriel García Márquez.
"Al día siguiente todo el mundo sabía que en casa de Pelayo tenían cautivo un ángel de carne y hueso. Contra el criterio de la vecina sabia, para quien los ángeles de estos tiempos eran sobrevivientes fugitivos de una conspiración celestial, no habían tenido corazón para matarlo a palos."
- Repetitivo: Lo que sucede una vez, lo cuentas varias veces. Debes usarlo cuando quieras darle un significado especial a un hecho o subrayar su importancia.
- Iterativo: Lo que sucede varias veces, lo cuentas una vez. Úsalo para evitar repeticiones innecesarias y conseguir que el texto no se haga aburrido.
Veamos un ejemplo: El cuento Que me queres amor? de Manuel Rivas, empieza así:
"Soño coa primeira cereixa do verán. Doulla e ela levaa á boca, mírame con ollos cálidos, de pecado, mentres fai súa a carne."
"Sueño con la primera cereza del verano. Se la doy y ella se la lleva a la boca, me mira con ojos cálidos, de pecado, mientras hace suya la carne." (Traducción)
Y termina así:
"Pero, Tino, como fuches capaz?". Ten ollos cálidos, de pecado, e a boca entreaberta. Soño coa primeira cereixa do verán.""Pero, Tino, ¿cómo fuiste capaz?". Tiene los ojos cálidos, de pecado, y la boca entreabierta. Sueño con la primera cereza del verano." (Traducción)
Veamos un ejemplo: Los pocillos de Mario Benedetti.
"Alberto la miró. Durante el silencio, se sonrieron. Al margen de José Claudio, y sin embargo, a propósito de él. De pronto Mariana supo que se había puesto linda. Siempre que miraba a Alberto, se ponía linda."
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