En la historia, los acontecimientos se suceden de forma cronológica: mañana - tarde - noche. Sin embargo, en el discurso de tu novela, puedes decidir mantener este orden natural o romperlo.
Si decides seguir el orden natural de los acontecimientos, estamos hablando de linealidad temporal.
Veamos un ejemplo:
"Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita de mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o la biblioteca."
(Casa tomada, Julio Cortázar)
Sin embargo, a veces, puede resultar más atractivo para tu historia romper esa linealidad e insertar saltos de tiempo. Tienes dos formas de hacerlo.
- Analepsis o flashback:
Su duración va a depender de ti, puede ser una sola frase o todo el libro. Muchas novelas están construidas sobre flashback, en ellas hay un personaje que está en determinado lugar o situación y pasa a relatarnos como llegó hasta allí.
Veamos un ejemplo:
"Mientras Macondo celebraba la reconquista de los recuerdos, José Arcadio Buendía y Melquíades le sacudieron el polvo a su vieja amistad. El gitano iba dispuesto a quedarse en el pueblo. Había estado en la muerte, en efecto, pero había regresado porque no pudo soportar la soledad. Repudiado por su tribu [...] decidió refugiarse en aquel rincón del mundo todavía no descubierto por la muerte, dedicado a la explotación de un laboratorio de daguerrotipia."
- Prolepsis o flashforward:
Se trata de que anticipes algo que va a suceder, casi como un spoiler.
Veamos un ejemplo:
"Se apreciaba cierto cambio en Hans, si bien era casi imperceptible. Liesel lo notó, aunque no fue hasta más tarde, cuando todas las historias comenzaron a tomar forma. No se había fijado en que su padre adoptaba una actitud vigilante mientras tocaba, porque ignoraba que el acordeón de Hans Hubermann fuera una historia en sí. Una historia que llegaría al número treinta y tres de Himmelstrasse de madrugada, con los hombros arrugados y una chaqueta con tiritera. Llevaría consigo una maleta, un libro y dos preguntas. Una historia. Una historia después de otra historia. Una historia dentro de otra historia.
Por ahora, en lo concerniente a Liesel, sólo existía una y la disfrutaba."
(La ladrona de libros, Markus Zusak)
La ladrona de libros es una de mis novelas favoritas y está construida con continuos flashforward. De esa forma consigue crear tensión y atraparte, ya que te cuenta algo que va a suceder y te hace seguir leyendo para saber cómo se va a llegar a eso.
Como ves, los saltos temporales son una herramienta muy útil, pero debes usarla con precaución para no marear al lector. Para poder utilizarlos bien debes tener en cuenta que como norma general "menos es más", es decir, mejor quedarse corto que abusar. Pregúntate qué es lo que necesitas enseñarle al lector para conseguir el efecto que deseas y aplícalo.
Soy fan de estas entradas *-*
ResponderEliminarSon una joya. Mi ritmo de escritura lleva pausado desde hace tiempo, pero quiero retomarlo y estas entradas me ayudan muchísimo.
¡Nos leemos!