Hoy voy a hablarte de como gestionar el ritmo narrativo. Para ello debes saber diferenciar entre el tiempo de la historia y el tiempo del discurso. Si no tienes clara la diferencia entre ambos o quieres refrescarla, puedes consultarla aquí.
Pero, ¿qué es el ritmo narrativo y cómo puedes utilizarlo en tus escritos?
El ritmo de la narración es la relación entre el tiempo que duran los acontecimientos de la historia y su extensión en el discurso.
Hay cinco tipos de ritmo narrativo:
- Elipsis: una parte de la historia se elimina del discurso. Con esto conseguimos que el ritmo sea muy rápido.
"Del otro lado se hizo un silencio que habría de durar toda la noche; pero en el instante que lo precedió, Petrone pudo oír que la mujer corría por la habitación con un chicotear de pantuflas, lanzando un grito seco e instantáneo, un comienzo de alarido que se cortó de golpe como una cuerda tensa.
Cuando pasó por el mostrador de la gerencia eran más de las diez."
(La puerta condenada, Julio Cortázar)
- Resumen: una parte de la historia se condensa en el discurso. Con esto conseguimos un ritmo rápido.
"Los primeros meses fueron los más duros sin lugar a dudas. Liesel tenía pesadillas todas las noches. El rostro de su hermano. La mirada clavada en el suelo. Se despertaba dando vueltas en la cama, chillando y ahogándose entre la marea de sábanas. En la otra punta de la habitación, la cama destinada a su hermano flotaba en la oscuridad como una barca."
(La ladrona de libros, Markus Zusak)
- Escena: la duración en la historia es a misma que en el discurso. Con esto conseguimos un ritmo realista.
"- De modo que quieres saber cosas sobre Abe y yo, ¿es eso? Porque podrías haberte limitado a preguntar.- No quería husmear.- Eso es poco creíble, ¿no te parece?- Supongo.- Así pues, ¿qué es lo que quieres saber?Pensé en ello. En realidad no sabía por donde empezar.- Solo... ¿qué sucedió?- De acuerdo pues, nos saltaremos todas las partes agradables e iremos directamente al final. Es simple, en realidad. Se fue. Dijo que me amaba y prometió regresar un día. Pero jamás lo hizo."
(El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, Ransom Riggs)
- Ralentí: se alarga el discurso en una parte de la historia, por lo que la duración en la historia es menor que en el discurso. Con ello conseguimos que el ritmo sea lento.
"La abuelita lo miró a los ojos y sacudió la cabeza. Fue un meneo apenas perceptible, pero resultó el más elocuente de los gestos. Charlie lo interpretó como "Oh, Diablo Blanco, será mejor que renuncies a hurtarme ese fruto purpúreo, pues te saco cuatro mil años de ancestros y civilización; mis abuelos construyeron ferrocarriles y excavaron minas de plata, y mis padres sobrevivieron al terremoto, al fuego y a una sociedad que proscribía hasta el hecho mismo de ser chino. Soy madre de una docena de hijos, abuela de cien nietos y bisabuela de una legión. He parido hijos y lavado a los muertos. Soy historia, sufrimiento y sabiduría. Soy un Buda y un dragón. Así que suelta de una puta vez mi berenjena o te corto las manos". Y Charlie la soltó."
(Un trabajo muy sucio, Christopher Moore)
- Pausa: se suprime el tiempo de la historia, hay una suspensión temporal de la narración, como puede suceder al realizar descripciones o aportar información adicional. Con ello conseguimos un ritmo muy lento.
"Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios. El campesino apestaba como el clérigo; el oficial de artesano como la esposa del maestro; apestaba la nobleza entera y, sí, incluso el rey apestaba como un animal carnicero y la reina como una cabra vieja, tanto en verano como en invierno."
(El perfume, Patrick Süskind)
Lo más importante es que el ritmo varíe. Debes en cada momento el tipo que mejor se adapte a aquello que quieres contar.
Si abusas del ritmo rápido, la narración resultará estresante y no le darás tiempo al lector para que asimile los hechos o empatice con los personajes. Usa la elipsis solo para las partes de la historia que no aportan nada y el resumen para aquellas que no tienen demasiado interés pero que te sirven para introducir algo o completar alguna información.
En cambio, si usas demasiado el ritmo lento, la lectura resultará tediosa. Si estás en la mitad de una pelea o de una persecución, no deberías interrumpir la acción con una pausa o alargarla con un ralentí. Deja la pausa para los momentos de menos acción y el ralentí para los más emotivos (la muerte de alguien, un primer beso, etc.).
Todo depende siempre de lo que quieras transmitir y la importancia que quieras darle a cada parte. Es simple: cuanta más importancia, más duración. Tampoco es necesario que uses todos los tipos, o que los pongas en las misma medida, también va a depender de tu estilo. Yo, por ejemplo, apenas utilizo pausas.
Y, como siempre, romper las reglas está bien. Hay una novela maravillosa (El beso de la mujer araña de Manuel Puig) que está contada todo el tiempo con el ritmo de escena.
hola
ResponderEliminarla verdad es que estos consejos vienen fenomenal, yo no escribo pero aun así me los apunto para algún momento determinado
Besotesssssssssssssssssssss
¡Hola! ¿Como estas?
ResponderEliminarMuchas gracias por tus consejos <3
Bonito domingo.
Diana de Aventura En Libros.
¡Hola!
ResponderEliminarMuy buena explicación de los tiempos narrativos y cómo afectan al ritmo de la acción. En mi caso, me gustan las novelas que tengan el ritmo algo acelerado, aunque también disfruto de aquellas que nos ofrecen alguna pausa. Un post muy interesante.
Un besote!! ^,^!!
ELEB 💜